Argos

Argos, verano de 2010 Cuando paso junto a tu tumba, amigo, parece que de pronto voy a verte, que has roto la cadena de la muerte y como tantas veces voy contigo. Me creo que todavía voy contigo y silvo al viento para detenerte que no te pierdas más, que pueda verte que nada ocurrirá si estás conmigo. Más... junto a la verdad importuna tu sombra emerge en llantos fugitivos olfatenado mis penas una a una. Y bajo el murmullo de los olivos a salvo ya del susto de la luna oirás como ladran los perros vivos. Cayetano IBARRA, 11 de noviembre, 2010