El Testamento de Orfeo
“ Una película es una fuente petrificante del pensamiento. Una película resucita actos muertos. Una película permite dar la apariencia de la realidad a lo irreal” Jean Cocteau, El Testamento de Orfeo. Nacido en una familia de la alta burguesía francesa, Jean Cocteau se reveló pronto como un poeta precoz y brillante. Frecuentando los ambientes mundanos, artísticos y literarios, se relacionó con Picasso, Stravinsky, Gide, Colette y muchos otros. Su obra, proteiforme y casi tan larga como su vida, es enorme y abraza todos los ámbitos de la creación artística. Cocteau es poeta, novelista y dramaturgo, pero también dibujante y está muy vinculado a la creación cinematográfica. Al final de su vida, decoró la Capilla de Villefranche-sur-Mer y, más tarde, la de Milly-la-Fôret (concebida como “su propio sarcófago), en la que será enterrado en 1963. Jean Cocteau siempre ha recurrido a la tradición literaria para construir la suya. De esta manera, fue hasta las fuentes de Sófocles